Una manera de obtener de forma casera abonos 100% orgánicos son los extractos fermentados o purines, muy fáciles de conseguir y sin duda aportarán todo lo necesario a nuestras plantas u hortalizas.
¿Qué son los extractos fermentados o purines?
Los extractos fermentados son el resultado de poner a fermentar en agua de manera controlada, fragmentos de vegetales.
¿Qué agua usar?
Se utilizará preferentemente agua de lluvia que está libre de cloro. Lo ideal es recoger el agua de lluvia en recipientes plásticos evitando los metálicos que pueden además estar oxidados.
En caso de no poder disponer de agua de lluvia podemos usar agua del grifo, este agua contiene cloro que tiene alto poder desinfectante y puede empobrecer los extractos contrarrestando la acción de las bacterias. La manera de usar este agua es dejarla al aire libre en un cubo de plástico durante 2 o 4 días, removiéndola de vez en cuando para eliminar el cloro presente en la misma.
La cal tapona los estomas de las hojas e impide la estimulación a través hojas. Si el pH (medido con un pHmetro) es superior a 7 la rebajaremos añadiendo vinagre al agua hasta conseguir un pH cercano a 7.
¿Qué recipiente usar?
En la medida de lo posible usaremos recipientes más altos que anchos para que las plantas se mojen bien. Evitaremos los recipientes metálicos (salvo acero inoxidable) y usaremos los de plástico o vidrio.
¿Qué cantidad de planta usar?
La cantidad de materia vegetal a usar dependerá de la planta usada pero como norma general usaremos 1kg de planta fresca para 10litros de agua en caso de planta seca la cantidad desciente a 100 o 200gr de planta seca para 10 litros de agua.
La ventaja de usar plantas secas es poder disponer de ellas en cualquier comento del año aún cuando estemos fuera de temporada y la naturaleza no nos ofrezca dicha planta.
Controlar la fermentación
Controlar la fermentación
Una vez preparados, los envases con los purines y el agua se guardan en un lugar a la sombra, tapados para que no entre alguna impureza o insectos pero que sí pueda entrar el aire (se puede tapar con un trapo).
Todos los días se bate el preparado enérgicamente con ayuda de un palo de madera, para que entre abundante oxígeno, y se vuelve a tapar.
Podremos comprobar que está listo cuando ya no se produzcan burbujas en la superficie y se halla formado una película por encima del agua. A continuación se procederá al filtrado del líquido al envase de plástico o vidrio dejándolo almacenado en una zona lo más oscura y fresca posible hasta su utilización.
Cuanto más alta es la temperatura, más rápido se produce la fermentación. Un ejemplo es el caso de la ortiga que a una temperatura de entre 18-20 ºC el extracto estará listo en unos 15 días.
Poco a poco iré añadiendo los extractos más utilizados como son el de ortiga y el de consuelda además de otros no tan conocidos.
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